Qué sencillo era escribir entre dos líneas al dictado, cuando la mayor complicación era atinar con la hache intercalada de la cohesión o plasmar en Micuaderno un exabrupto.
Y ahora, de repente, me quedé sin paralelas y sin voz que me diga qué escribir.
Aguántalo.
jueves, 11 de octubre de 2007
A dos líneas
Publicado por El hijo del capitán en 10/11/2007 11:33:00 a. m. 4 TRASLUCHADAS
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