lunes, 5 de noviembre de 2007

Menguando



Cansado de ver índices ajenos cuando le indicaban dónde estaba la luna, un día buscó un aparte y se animó a señalarla en solitario.
Y descubrió maravillado que la luna seguía estando en el índice en el que siempre la había visto.
A ver quién era el tonto ahora.

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